Cerca de 120.000 militantes socialistas estaban convocados anoche para pronunciarse sobre la Constitución europea. La pregunta exacta era: "¿Aprueba usted el tratado constitucional europeo?" A pie de urna, los partidarios del parecían más numerosos que los del no . O al menos eran los más locuaces. "He votado por el futuro", explicaba ante las cámaras un viejo militante de la región de Lens que, sin leerse siquiera el texto, estaba convencido de que "Europa es inexorable".

A los adversarios de la Carta tampoco les faltaban argumentos. "Mi respuesta es no --decía un joven parado--. Rechazo esta Europa liberal que quieren imponernos con este simulacro de Constitución". La consulta interna, inédita en la historia del Partido Socialista (PS) francés, permitirá tomar el pulso a las perspectivas de ratificación del tratado constitucional en Francia, donde tendrá lugar un referendo el próximo año.

Sin pronóstico

Visiblemente motivados, numerosos socialistas franceses acudieron a las urnas instaladas en cada una de las 3.700 secciones del PS repartidas por todo el territorio francés, abiertas desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche. Es ése horario de votación el que explica que la primera tendencia del voto no se conociera sino hasta altas horas de la noche (los resultados definitivos se conocerán hoy). El primer secretario del partido, Fran§ois Hollande --enconado defensor del -- no quiso hacer pronósticos. Hollande insistió en que el debate "no es a favor o en contra de Europa" sino "a favor o contra el tratado", y pidió que haya "respeto por todas las opiniones" de los militantes.

Por su parte, el número dos del partido y líder defensor del no , Laurent Fabius, dijo que tenía la impresión de que "los argumentos a favor del no" contaban con "el apoyo de una mayoría de militantes", aunque se interrogaba sobre los efectos de la "superdramatización" orquestada por los partidarios del .

Junto a Fabius, varios altos responsables, entre ellos el alcalde y diputado de Evry, el español Manuel Valls, se mostraron especialmente combativos para movilizar a los simpatizantes del no , agrupados en el ala izquierda del PS. Lo cierto es que la cuestión europea ha derivado en una terrible división, y no sólo entre los socialistas sino entre la izquierda francesa en general.

Una gran parte de la dirección del PS capitaneada por Hollande había pedido que se votara el en nombre de la "fidelidad" y la "coherencia" con los ideales europeos y de los socialistas franceses. Por su parte, los partidarios del no se agruparon en un frente heteróclito con el propósito de rechazar un tratado que según ellos consagra una Europa "diluida y liberal".

Pero más allá del debate europeo, lo que se perfiló rápidamente fue un enfrentamiento de ambiciones que permite presagiar una nueva guerra de corrientes. Hollande es quien más tiene que perder, ya que si gana el no , perderá la dirección del partido y también la posibilidad de optar a la candidatura para las presidenciales del 2007. Con su defensa del no , Fabius se juega al doble o nada el liderazgo para la batalla presidencial.

Participación

Aunque son sondeos que no se pueden extrapolar, una mayoría de socialistas se han pronunciado últimamente a favor de la Carta. Otro elemento esencial es la participación. Para algunos expertos, una fuerte movilización puede ser sinónimo de avance del no .