La Fuerza Aérea israelí ha desplegado una novena batería antimisiles del sistema "Cúpula de Hierro" por la continuación del conflicto armado con Gaza y el alcance cada vez mayor de los cohetes disparados por las milicias palestinas.

Fuentes de seguridad dijeron a medios locales que la batería no tenía que haber entrado en servicio hasta dentro de unos meses, pero que en los últimos días la fabricante israelí Rafael ha trabajado sin descanso dada la situación de guerra en la zona.

Dotado de un potente radar capaz de calcular la trayectoria de los cohetes y establecer un punto de encuentro para derribarlo con una estadística de éxito de más del 90 por ciento, el sistema "Iron Dome", por su nombre en inglés, se ha convertido en un auténtico escudo para Israel.

Desde que comenzó la operación "Margen Protector" contra Gaza el 8 de julio, el sistema ha interceptado cerca de 200 cohetes de corto, medio y largo alcance, dejando pasar otros más de 800 que se dirigían a zonas no habitadas.

Los cerca de treinta cohetes que, a pesar de dirigirse a centros poblados, no consiguió derribar causaron cuantiosos daños materiales y una veintena de heridos, algunos de gravedad.

El "Cúpula de Hierro" no intercepta proyectiles de muy corto alcance, como los pequeños Qasam 1 y 2 o los proyectiles de mortero, que ayer causaron en el paso fronterizo de Erez el primer muerto israelí, desde que comenzó la operación.

Israel aspira a desplegar hasta 2017 trece o catorce baterías de este sistema, que junto con el Jetz -para misiles de largo alcance- y el Varita Mágica -para los de corto alcance- deben constituir en su conjunto un efectivo escudo antimisiles.