La propuesta de compromiso final del proyecto de Constitución europea, presentada ayer por la presidencia irlandesa de la Unión Europea, se aproxima a las aspiraciones de poder de España, pero se queda por debajo de la reivindicación del Gobierno. La propuesta será debatida hoy por los líderes europeos en Bruselas, con el objetivo de aprobar mañana la Constitución y contrarrestar el reciente desencanto electoral europeo. El documento de compromiso irlandés intenta satisfacer las peticiones de los distintos países, pero a costa de rebajar la ambición del proyecto constitucional inicial.

La presidencia propone que, a partir del 2009, las decisiones en el Consejo de Ministros de la UE se adopten por una mayoría del 55% de los estados que representen al menos al 65% de la población total.

El documento precisa que para poder bloquear una decisión será necesario un mínimo de cuatro estados, para impedir que Alemania y otros dos grandes (Francia, Italia o Gran Bretaña) pudieran bloquear las decisiones. El borrador inicial de la Constitución planteaba que las decisiones se adoptaran por una mayoría de estados que agruparan al 60% de la población.

MENOS EFICAZ La fórmula da a España una mayor capacidad de bloqueo que en la propuesta inicial, pero no tanto como pedía el Gobierno al proponer que las decisiones se adopten por una mayoría de países que sumen el 66,66% de la población. La propuesta de compromiso reduce la eficacia del sistema al requerir un Estado más para la toma de decisiones, incrementa el poder relativo de los pequeños estados y reduce el poder de los cuatro países más poblados (Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña).

La propuesta irlandesa también abre la posibilidad de que España vea incrementado en el 2009 el número de eurodiputados. España quiere obtener entre cuatro y siete escaños más para compensar la infrarepresentación pactada en el Tratado de Niza por el Gobierno del PP.

La presidencia de la UE plantea que se eleve el número máximo de escaños de los 732 de la nueva legislatura (2004-2009) a 745 o 750 para permitir ese reajuste para España y otros países. El documento propone que el número mínimo de escaños por país sea de seis, en lugar de los cinco actuales o de los cuatro previstos en el borrador de Constitución, para satisfacer la reivindicación de los estados menos poblados, que obtendrían así un poder sobredimensionado en la Eurocámara.

LA COMISION PIERDE PESO La presidencia irlandesa propone, asimismo, que, a partir del 2014, el tamaño de la Comisión Europea, que actualmente preside Romano Prodi, se reduzca a 18 miembros y que los puestos de comisarios se ocupen de forma "rotatoria estrictamente igualitaria". La propuesta de compromiso, no obstante, reduce el poder efectivo de la Comisión Europea en el control del déficit público, como reclamaron Alemania, Italia, Grecia y Polonia, con el apoyo de Francia.

El documento también diluye la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión al introducir unas notas interpretativas con carácter jurídico, como reclamaba Gran Bretaña. Pero no incluye ninguna referencia a Dios ni al cristianismo en el texto constitucional, como piden Polonia, Italia, Portugal, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Malta y Grecia.

Además de la Constitución, los líderes de los 25 intentarán elegir al próximo presidente de la Comisión Europea y probablemente prolongarán el mandato de Javier Solana como responsable de la política exterior y de defensa y futuro ministro de Asuntos Exteriores de la UE.