Jugando en campo contrario, uno de los halcones de la Administración de Bush, su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, hizo ayer en Alemania un apasionada y vehemente defensa de la campaña militar contra Irak.

Después de una larga semana en la que la Casa Blanca y la CIA se ha visto acosadas y denunciadas por magnificar la amenaza real que constituía el régimen de Sadam Husein, Rumsfeld no hizo ayer el más mínimo gesto de conciliación. El ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, le reprochó en Múnich a Rumsfeld, que la intervención militar en Irak no ha traído la paz ni la democracia a ese país y destacó que "el Gobierno alemán comprueba que los hechos le han dado la razón".

REFERENCIA HISTORICA Rumsfeld replicó que, a pesar de los errores, en Irak se avanza hacia la democracia. Con aire provocador, Rumsfeld repuso: "Lo mismo pensaban algunos de la democratización de Alemania y Japón después de la segunda guerra mundial, y gracias a la generosidad de los aliados se pudo demostrar lo contrario".

Fischer y Rumsfeld fueron los principales oradores en la Conferencia de Seguridad que se celebra este fin de semana en Baviera, con la asistencia de unos 270 ministros y expertos en Defensa del mundo. El ministro alemán, tras constatar que su Gobierno tenía razón, alertó del peligro que conlleva que la OTAN asuma el mando de un contingente militar en Irak y añadió que Alemania no enviará soldados, aunque "no pretende bloquear un acuerdo de la OTAN en ese sentido".

El jefe de la diplomacia alemana apuntó que el desarrollo de los acontecimientos en la región obliga a "realizar un esfuerzo para modernizar, democratizar y estabilizar el Mediterráneo y el Oriente Próximo, para evitar una guerra de culturas entre Occidente y el mundo Islámico". La primera jornada de la cumbre de Múnich sirvió para mostrar las profundas divergencias que existen entre los aliados sobre la futura estrategia a seguir en Afganistán e Irak. Mientras Fischer propuso una nueva alianza transatlántica en términos de mayor igualdad, Rusmfeld se enfrascó en una defensa sin fisuras de unas operaciones militares con las que "la coalición ha liberado a 50 millones de personas, 25 millones en Afganistán y 25 en Irak".

ARGUMENTOS Rumsfeld desoyó las propuestas alemanas y centró su discurso en Irak, donde en su opinión "las cosas van bien" ya que el pueblo iraquí se ha librado de la opresión de Sadam: "Si el líder iraquí hubiera actuado como lo ha hecho ahora Libia no hubiese habido guerra", aventuró el jefe del Pentágono.

Según Rumsfeld, el problema más grave no es Irak sino la "proliferación de armas de destrucción masiva y lo peor que puede ocurrir es que caigan en manos de terroristas", enfatizó.