La insurgencia iraquí asestó ayer dos golpes a las tropas estadounidenses y a los medios de comunicación en Bagdad. La explosión de un coche bomba junto a las oficinas de la cadena Al Arabiya, en Bagdad, causó siete muertos, mientras ocho marines murieron en un atentado en la provincia de Al Anbar, al oeste de la capital.

Según Najwa Qasem, periodista de Al Arabiya, la explosión provocó un incendio y dañó el edificio de la cadena. La periodista relató que la deflagración tuvo lugar en un párking cercano, pero no pudo confirmar que la cadena de televisión fuera el objetivo. Al Arabiya es un canal de televisión de capital saudí, y en numerosas ocasiones los extremistas han atacado a la cadena por su línea editorial "prooccidental" en Irak.

No lejos de Bagdad, cerca de Faluya, en la provincia de Al Anbar, ocho marines de la Primera Fuerza Expedicionaria perdieron la vida en un ataque de la insurgencia, según un comunicado del Ejército de EEUU. Se trata de uno de los atentados más sangrientos sufridos por las fuerzas estadounidenses en un solo día desde la ocupación de Irak. En Roma, fuentes del Vaticano informaron de que el papa Juan Pablo II recibirá el jueves al primer ministro iraquí, Iyad Alaui.