El todavía presidente estadounidense, Donald Trump, ha reaccionado este martes, tan solo un día antes del debate y votación de su 'impeachment', al asalto al capitolio perpetrado por sus seguidores. Tras expresar su malestar por el proceso al que será sometido mañana, el magnate ha asegurado que no quiere "violencia".

El multimillonario republicano podría convertirse en el primer presidente estadounidense que es sometido a dos juicios políticos en el Congreso este miércoles, cuando la Cámara de Representantes examinará el acto de acusación y debería votar el mismo día. Antes de ello, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi ha asegurado que buscará aprobar este martes una resolución en el Congreso para instar al vicepresidente, Mike Pence, a invocar la enmienda 25 de la Constitución para destituir al presidente Donald Trump, y que de lo contrario iniciará el proceso legislativo de cara a abrir un juicio político al mandatario el martes.

Trump arengó a sus simpatizantes coincidiendo con la sesión conjunta del Congreso para certificar la victoria electoral de su rival, Joe Biden, en los comicios de noviembre. Lo hizo después de pedir públicamente al vicepresiente, Mike Pence, máximo representante del Senado, que frenase el proceso. Trump y Pence se vieron el lunes en la Casa Blanca, en su primer encuentro desde el asalto al Capitolio. Según fuentes consultadas por varios medios, la reunión duró alrededor de hora y media y se desarrolló en un tono cordial, a pesar del cada vez más evidente distanciamiento político entre ambos.

Viaje oficial al muro

El presidente saliente consideró "absolutamente ridículo" que se le vaya a abrir otro juicio político en el Congreso por el asalto al Capitolio del pasado miércoles y señaló que está causando "un tremendo enfado". Según Trump, este proceso forma parte de la "caza de brujas" contra él y ha advertido de que provocará un "enorme enfado".

Trump realizó estas declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca poco antes de salir de viaje hacia Texas, donde visitará las labores de construcción del muro fronterizo, y en medio de la tensión política que vive el país tras las caóticas jornadas de la pasada semana.

Por su parte, El FBI ha alertado al resto de autoridades y agencias federales de la posibilidad de "protestas armadas" en las diferentes capitales estatales durante los días previos a la inminente toma de posesión del presidente electo, Joe Biden, el 20 de enero en la escalinata del Capitolio en Washington.