Héctor Mancha: «La gente está encantada de que les engañes»

—¿Cómo se llega a ser campeón del mundo de magia?

—Regalando jamones. Hay que regalar muchos jamones de pata negra y con eso ya está. Bueno, pues con mucho esfuerzo, dedicación y ganas, como todas las cosas.

—¿Es algo que se espera uno?

—Estas cosas nunca se esperan. Uno va, compite, se prepara lo mejor que puede hacer y va para adelante la cosa o no va, eso no puedes controlarlo.

—Fue el primer español en ganar el Mundial en muchos años...

—En 30 años no había ganado nadie pero el año pasado también ganó un amiguete español y a ver si ganamos muchos más.

—¿Cómo empezó en esto de la magia?

—De una forma muy tonta, robando carteras en la playa cuando era pequeño y luego ya me reformé. Entonces me empezaron a gustar los trucos porque cuando eres pequeño poder engañar a los adultos es una cosa muy divertida y ahora, bueno, ya soy padre...

—No me diga que ahora su hija le engaña a usted...

—Cuando sea mayor me robará dinero. Es la ley de la vida.

—Convirtió esa afición de robar carteras en un espectáculo con el que triunfa actualmente...

—Sí, mi espectáculo no es de magia al uso, lo que pasa es que no hay ninguna etiqueta que me englobe... Creo que mi número es más de engaño, son números muy participativos y divertidos pero no de magia al uso.

—¿Cuál cree que es el principal enganche de su espectáculo?

—La gracia es que ellos saben que yo voy a robarles pero es todo muy natural, es como estar en casa. Voy allí, intento engañarles y la gente está encantada de que les engañes y les mientas. ¿A quién no le gusta ser engañado? Bueno, menos a tu pareja, claro...

—¿Siempre lo consigue aunque vayan advertidos?

—Es verdad, yo lo advierto pero es lo que tiene...

—¿Cuántas horas le dedica a la magia?

—Quedaría muy bien diciendo que todo el día pero qué va, no tengo tiempo para nada. Siempre estoy mirando trucos nuevos y cosas nuevas pero luego lo que es el ensayo en sí no te creas que ensayo mucho. Pero que salen bien las cosas, ¿eh?

—¿Cuáles son sus referentes?

—Mucha gente... Pepe Carroll, Juan Tamarit y muchos magos, artistas y comediantes, ahora hay uno norteamericano que me encanta, Trevor Noah...

—¿Qué le parece El sótano mágico?

—Es una sala de magia que tiene un público fantástico. Yo cada vez que puedo y me dejan intento actuar allí porque me lo paso muy bien. Es un público genial.

—Dicen que el público de Zaragoza es complicado.

—Qué va, es muy, muy bueno.