Estudia una Formación Profesional de cocina en el IES Zaurín, en Ateca, y ha sido uno de los 50 seleccionados para el Premio Promesas de la alta cocina de la academia profesional Le Cordon Bleu de Madrid.

Lo primero, enhorabuena por estar seleccionado, es un reconocimiento muy importante. Cuénteme cómo accedió a él.

Muchas gracias. Llegué un día por la mañana al instituto y me encontré con el cartel del concurso, me paré a leerlo y por probar y ganar un poco más de experiencia me animé a participar. Fue algo sorprendente para mí, pensaba que no iba a conseguir ser uno de los seleccionados, es un concurso nacional y hay mucho nivel entre los participantes.

¿Cómo fue el proceso de participación?

Tras presentar mi inscripción tuve que rellenar un formulario con una serie de preguntas de proyección laboral y gastronómica, en el instituto me apoyaron con eso, especialmente con alguna palabra técnica que yo no conocía. También fueron de muy importantes las cartas de recomendación que me redactaron en el IES Zaurín, en 'Las Torres', el restaurante en el que trabajé, y en el centro de menores en el que resido, que está gestionado por la Fundación Salud y Comunidad y el Grupo Lagunduz.

¿Cuál es el siguiente paso en la selección?

El día 28 de enero haré entrega de un vídeo de una receta que he preparado a la academina de cocina y, tras su revisión, será publicado en su página oficial de Facebook, LCBMadrid, donde la gente podrá votar por su plato favorito. Esto supondrá un 15% de la participación además de poder tener la oportunidad de ser uno de los 25 siguientes seleccionados.

¿Es una receta libre o le dan unas pautas?

Desde la institución me mandaron la receta que tenía que elaborar y me dijeron que yo podía añadir una guarnición que quede en armonía con el resto del plato, no le puedo quitar ningún ingrediente pero puedo añadir, de forma opcional, otro distinto al acompañamiento. No voy a adelantar de qué se trata, prefiero que sea una sorpresa, pero puedo decir que será un segundo plato, de carne, pero muy especial, además yo le he dado mi toque personal.

¿Desde cuándo tiene este amor por el mundo gastronómico?

Me interesa desde los cinco años, recuerdo que cuando venía toda mi familia a casa a comer los domingos yo siempre participaba cocinando. Desde ahí lo he tenido presente hasta el día de hoy, en el que mi sueño es montar mi propio restaurante. En cuanto pude me metí en Formación Profesional y cuando termine quiero sacarme el grado medio y el superior. Además, cada día intento coger más experiencia: este verano, aprovechando el parón de las clases y que ya tenía la edad para poder hacerlo, empecé a trabajar en el restaurante 'Las Torres', en Ateca. Además, en el centro, por mi interés y mis buenos resultados académicos, me han hecho un contrato de voluntariado para participar en la cocina en fechas destacadas, aunque este año por la pandemia ha sido un poco más complicado, pero me ha hecho mucha ilusión porque he recibido el apoyo de todos mis compañeros.

Se puede sentir su pasión en sus palabras… ¿Qué supone la cocina para usted?

Cuando cocino siento que estoy en otro mundo. La cocina es mi pequeño refugio en el que me alejo de todo lo que tengo para poder centrarme en ella y poder disfrutar tanto de la preparación como de lo que como.