Las familias de la "casa azul" han pasado la Navidad fuera de sus hogares sabiendo que, en el mejor de los casos, tardarán al menos dos años en volver a tener una vivienda en propiedad una vez se haya construido el nuevo edificio. Hasta entonces, en algunos casos tendrán que hacer frente a la hipoteca de su anterior vivienda, al alquiler de su casa provisional, y a la construcción del nuevo edificio.

De esta forma no es extraño que algunos vecinos hayan decidido no celebrar las navidades. Otros, en cambio, sí lo hicieron en reunión con los suyos. Mixael y Conchita aseguran que han podido salir adelante gracias al apoyo de los familiares y amigos, que en esos días no podían faltar en la mesa. Casi treinta personas se reunieron. "Hay que estar felices porque podía haber sido mucho peor" recalcaba Conchita. Un sentimiento común de los vecinos de la "casa azul".

Ricardo y Lidia llevaban 31 años viviendo en este bloque. Ambos están jubilados y ahora están en un piso alquilado cuyo coste afrontará el ayuntamiento bilbilitano durante los próximos seis meses, pero no saben lo que pasará después. Por lo pronto la mudanza le costará a cada familia unos 2.000 euros.

"Lo importante es no haber tenido desgracias personales", asegura Lidia, "hay que pasar con lo más necesario". Así, la Nochebuena la pasaron sin excesos, porque "no estamos para tirar". Al menos, se consuela Ricardo, "la respuesta de los bilbilitanos y del ayuntamiento ha sido excelente", algo que comparten la mayor parte de los vecinos.