A partir de ahora los incendios forestales tendrán un nuevo enemigo, la Unidad RAF --Unidad Retardante de Aplicación Forestal-- impulsada por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Se trata de una experiencia pionera en España que fue presentada en Ejea de los Caballeros y que, según explicó David Pérez, técnico de la unidad, consiste en "establecer una línea de defensa aplicando un retardante forestal junto al fuego para que cuando lleguen a esa línea las llamas bajen de intensidad y se pueda actuar con los medios terrestres".

Esta unidad incluye fundamentalmente dos novedades. El cañón móvil atomizador, que permite extender el líquido a gran distancia, y el producto, agua con retardantes. La autobomba cuenta con un cañón en su parte frontal que permite dirigir más eficazmente el producto y "hacer en un tendido de manguera una presión de 15 atmósferas", según aseguró David Pérez. En cuanto al producto, la mezcla consiste en cuatro partes de agua y una de retardante, que se impregna a la superficie susceptible de ser incendiada a modo de aislante reduciendo las llamaradas.

Al aplicar la sustancia al terreno el fuego detiene su avance de forma considerable e impide la combustión actuando a modo de cortafuegos de manera que la amplitud de la llama se reduce casi hasta la mitad. "El producto está dando muy buenos resultados", señaló Pérez.

Hasta ahora eran los hidroaviones y los aviones-anfibio los que se encargaban de esparcir retardante desde el aire.

C. C. V.