El 18 de julio, Torres de Berrellén daba comienzo a su primer acto de las fiestas con los hinchables acuáticos en las piscinas. Ese mismo día, hubo concurso de carrozas y comparsas al que, tras un pasacalles lleno de color, siguió el pregón a cargo de la Asociación In Absentia que estuvo lleno de gran música. El pañuelo a Juan Pablo Bonet lo puso la Peña El Abrío, quien también ofreció la sangría. Ya por la noche, Ruedo Bravo emboló toros de fuego y los más pequeños se lo pasaron en grande con los toros de chispas.

Durante el resto de días hubo cabezudos y pillachicos para los niños que también disfrutaron del hipopótamo tragabolas, los hinchables en el pabellón y la yincana a cargo de la Academia Nogara y la Asociación Juan Pablo Bonet.

El jueves, como ya viene siendo tradicional, los bares del pueblo engalanaron sus barras para que todos pudieran degustar sus deliciosas tapas y el viernes, las mujeres tuvieron almuerzo en el Parque Viejo y comida en el pabellón de deportes.

Las fantásticas orquestas La Mundial y Nueva Plana actuaron viernes y sábado respectivamente con gran asistencia de público. Tanto gente de Torres como de los alrededores acudieron al pabellón a disfrutar de sus espectáculos y las disco móviles.

Respecto a los festejos taurinos, Torres de Berrellén disfrutó de las reses de José Arriazu e hijos, Jose Alberto Diez Violadé, Hermanos Ustarroz y El Barquero con grandes, becerras y toro embolado.

Y para dar por finalizadas las fiestas de Santa María Magdalena, el domingo hubo misa mayor en honor a la Santa. Por la tarde, la batukada TrokoBloco y como colofón final, ya por la noche, las luces del pueblo se apagaron para hacernos pasar miedo y diversión por igual con el espectáculo de fuego ‘Los Fúnebres’ que se remató con una gran traca. T