Con respecto a las ayudas en infraestructuras privadas, los agricultores y ganaderos recibirán el mismo trato que los afectados por las riadas de 2003. En todos los casos, las indemnizaciones serán de hasta el 50% del daño o un máximo de 20.000 euros por explotación (23.000 euros si se trata de explotaciones prioritarias). En el caso de las riadas del Ebro, las indemnizaciones máximas fueron de 15.000 euros. Para el otro 50% restante, podrán acogerse a las líneas de crédito preferentes establecidas por el Ejecutivo central (para más información consultar el BOA del 13 de octubre). El plazo límite de solicitudes finaliza el sábado 30 de octubre y éstas deberán dirigirse al Director General de Desarrollo Rural.