La tradición de que algunos de los habitantes más jóvenes de Quinto dediquen un día a plantar árboles en diversos parajes de su municipio cuenta con un buen número de ediciones, pues hay noticias de que esta jornada viene realizándose, aunque no de forma continuada, desde su instauración oficial en la década de los años treinta del pasado siglo XX.

Este año, una vez más, los alumnos del colegio Fernando el Católico que cursan quinto y sexto de Educación Primaria participaron el pasado 17 de febrero en una nueva plantación, y con ello contribuyeron una vez más a la conservación y mejora del entorno natural del término municipal.

Un día para los árboles

La jornada, organizada por el Ayuntamiento de Quinto en colaboración con el citado centro escolar, congregó en esta edición a casi 60 chicos y chicas, todos ellos de once y doce años puesto que, a pesar de la excepción del Día Internacional del Arbol celebrado hace tres años y en el que tomaron parte todos los niños del pueblo, la costumbre del municipio es que sólo participen los escolares de esta edad. Hasta un total de 150 árboles quedaron sembrados a lo largo de una intensa jornada de trabajo al aire libre, concretamente en los alrededores de la nueva ermita de Matamala, lugar escogido para repoblar en las tres últimas campañas y que, gracias a estas iniciativas y al constante trabajo del consistorio cuenta ya con una población forestal de más de mil ejemplares.

El pino, al igual también que en ocasiones anteriores, fue el árbol escogido para la plantación, puesto que es una especie autóctona muy bien adaptada y con gran capacidad de resistencia. A este respecto cabe señalar que todos y cada uno de los ejemplares que se sembraron el día del árbol contaban ya al día siguiente con un sistema de regadío por goteo, y es que es compromiso del ayuntamiento la tarea de ocuparse de todos los cuidados y atenciones que requieran los nuevos árboles para asegurar su supervivencia y buena salud.

G. ABADIA