Las piscinas municipales se convierten cada verano en lugares de ocio y diversión, un espacio en el que los niños disfrutan de diferentes propuestas, como los cursillos de natación que se han llevado a cabo en localidades como Osera o Villafranca de Ebro, y que terminaron el pasado 18 de julio con la entrega de las medallas.

Igualmente, en Villamayor de Gállego hay espacio para la cultura en las piscinas, ya que hasta ahí se ha desplazado la biblioteca, que en estos días está llena de actividad, porque los usuarios están preparando la representación de un cuento para llevarlo al escenario en una actuación.