15 años encima de una moto le han servido a AaronUrgel para hacer del motocross una forma de vida. Este joven riclano, de casi 18 años, va a participar este año en los campeonatos aragonés y español de motrocross.

Constancia, muchas ganas y el apoyo constante de su familia han sido los principales ingredientes para recorrer el país de carrera en carrera. Comenzó a competir con 5 años en Aragón y Madrid, donde empezó a obtener buenas puntuaciones.

En 2004 consiguió un sexto puesto en el Campeonato Aragonés con pilotos mucho más mayores y en el 2007 ganó el subcampeonato. Pero la mala suerte hizo que en 2009 tuviera que retirarse, a dos carreras del final y con una rotura de tibia y peroné, cuando se encontraba en la segunda posición.

Durante este tiempo Aaron ha participado en carreras en varias comunidades autónomas. En concreto, ha corrido en el circuito de Lérida donde se disputan pruebas del mundial y en dos ocasiones ha participado en eventos de supercross internacionales en el País Vasco donde ha compartido pista con pilotos de talla mundial.

--Va a participar en el Campeonato Aragonés de Motocross. ¿Cómo se está preparando?

--Trabajo tanto con la moto como a nivel físico. Juego a fútbol, hago bicicleta y, en ocasiones, salgo a correr. Con la moto suelo entrenar en Calatayud, Zuera y Ejea. Intento ir todos los fines de semana para trabajar la resistencia con mangas de unos 20 minutos y practicando en zonas específicas del circuito donde repito saltos y curvas.

--¿Cómo se plantea que va a ser esta temporada?

--La primera carrera fue el 9 de febrero en Zuera. Hasta ahora solo hay cuatro carreras programadas pero a lo largo del año irán apareciendo otras. Por lo general cada campeonato suele tener unas seis más o menos.

También correré en el Campeonato de España en Calatayud, los días 29 y 30 de marzo.

--Lleva desde los 3 años encima de una moto. ¿Cómo empezó todo?

--Cuando tenía 3 años Papa Noel me trajo mi primera moto. Era una Yamaha de 50 cc y empecé a ir con mi padre al anterior circuito de Ricla para practicar. La siguiente moto fue una KTM, ya tenía 6 años y empecé a competir. Recuerdo uno de esos primeros viajes a San Sebastián de los Reyes, en Madrid, donde también compitió mi hermana Ainhoa.

--Durante todos estos años, ¿ha hecho muchos amigos en el motocross?

--La verdad es que sí. Entre manga y manga siempre nos juntamos un grupo aunque cuando salimos a la pista todos somos rivales. La relación es muy buena porque nos hemos criado juntos, la mayoría llevamos corriendo desde niños y muchos solemos entrenar también en las mismas pistas. Las familias, que nos acompañan a todas las carreras, también tienen mucha amistad.

--¿Quién es su corredor de referencia?

--Me gusta mucho Trey Canard que es americano. Me encanta el estilo que tiene y la experiencia que demuestra.

--¿Cuál es su sueño en el motocross?

--Lograr una buena posición en el Campeonato de España. Cuando ya tienes cierta edad es muy complicado seguir avanzando. En el motocross es difícil llegar muy alto, tener suerte es fundamental y ganas que en mi caso no faltan. Pero también el dinero, necesitas patrocinadores y yo en esto no he tenido mucho apoyo por lo general. Este año varias empresas como Carefrut, Megacopy, La Gallega, Diviso, Jesan, Gestoría Beatriz Moreno, Talleres Abraham Latorre, Valdecolory el Ayuntamiento de Ricla me han apoyado.

--Fuera del motocross, ¿qué le gusta hacer?

--Actualmente estoy estudiando y lo compatibilizo con mis entrenamientos. Juego a fútbol para mantener el físico y cuando puedo guardo un tiempo para salir con mis amigos. A veces es complicado porque los fines de semana madrugo para pasar el día entrenando. Los días que hay carrera tengo que ir pronto a dormir porque es muy importante estar bien despierto y con fuerza para el día siguiente, eso es fundamental y para mí es prioritario.

--El apoyo de su familia ha sido uno de los pilares para que siguiera compitiendo...

--A mi padre siempre le han encantado las motos y ha sido la persona que siempre ha estado allí, animándome, echándome broncas cuando lo he merecido y acompañándome en todo. Mi hermana Ainhoa también es una gran aficionada, ha competido en varias carreras pero ahora, para que yo compita, ella no lo hace, sino sería imposible afrontar todo el gasto que supondría. Mi madre y mi abuela se ponen más nerviosas y lo pasan peor por el riesgo que tiene. Pero por lo general el apoyo de mi familia ha sido lo que me ha ayudado y animado a seguir corriendo.