Los más de 200 habitantes de Bardallur son un ejemplo de buen comportamiento durante esta cuarentena. Así lo explica el alcalde de la localidad, José Miguel Domínguez, que cuenta que ha sido una experiencia que nunca pensó que tendría que vivir y que asegura no querer «volver a pasar». «Dentro de mis posibilidades he tomado aquellas decisiones que he creído que eran las correctas y tanto la secretaria como el aguacil me han ayudado a que sea posible», señala.

A pesar de lo difícil que ha sido gestionarlo, Domínguez explica que el ayuntamiento agradece «el buen comportamiento y el respeto que tuvo todo el mundo durante el confinamiento». Además, hace hincapié en que se ha intentado «dar todo el apoyo posible a los vecinos».

Desde un primer momento, los vecinos se convirtieron en lo primordial para el consistorio y por este motivo se repartió un bote de gel hidroalcohólico por cada casa habitada además de dos mascarillas por persona residente en el municipio en el momento del estado de alarma. Además, tampoco se ha dejado de atender al consistorio médico, donde se han instalado mamparas, dispensadores de desinfectante y se ha incrementado la limpieza diaria.

La desinfección de las calles y de los lugares más concurridos del pueblo también ha sido indispensable. Desde el pasado 16 de marzo lo ha estado realizando una empresa privada cada dos días y ahora se sigue trabajando en ella cada tres debido a que en el municipio se nota más movimiento con la llegada de las personas que tienen ahí su segunda residencia y a la apertura del bar. «Ha sido bastante dinero invertido, los primeros geles nos llegaron a costar hasta nueve euros cada frasco y todas estas medidas no habrían sido posibles sin la ayuda de los 4.260 euros que recibimos en el reparto de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) por la pandemia».

Por el momento, Domínguez aún tiene muchas dudas en cuanto a qué podrán hacer con las piscinas y las fiestas de la localidad, aspectos que llenan de vida las calles de Bardallur en los meses de verano y que continúan en duda y a la espera de que se den instrucciones para poder actuar como es debido. T