Unos 120 senderistas participaron el domingo 15 de diciembre en la instalación del Belén montañero de la Federación Aragonesa de Montaña (FAM), una actividad con 58 años de historia, que este año estuvo organizada por la sección de montaña del Club Stadium Casablanca y que tuvo como escenario los restos del convento de San Cristóbal, en la Sierra de Algairén en Alpartir.

Para ello, semanas antes, tanto el Stadium como el Ayuntamiento de Alpartir mantuvieron varias reuniones para programar, tal y como explica la alcaldesa, Marta Gimeno, una jornada senderista al alcance de personas de todas las edades con un recorrido que combinó el ocio con el conocimiento de la Sierra de Algairén, su patrimonio natural y también cultural, con la visita al Convento de San Cristóbal, pero también a la mina Éxito y la mina San Julián, para finalizar con un recorrido por el casco de histórico de Alpartir y una foto de recuerdo en la plaza de la Iglesia. Por ello, durante toda la mañana, los senderistas estuvieron acompañados por miembros del ayuntamiento, de la asociación La Butrera y del forestal Roberto del Val.

Además, tras comer en el pabellón, los senderistas aprovecharon para realizar una visita a una bodega de la localidad, Bodegas Barranco, donde se les explicó la tradición vinícola de Alpartir, el proceso de elaboración del vino y pudieron degustar varios caldos.

RECOGIDA de ‘BASURALEZA’

Además, el mismo día 15, La Butrera participó de nuevo en otra jornada de las implementadas dentro del proyecto Libera, mediante el cual se llevan a cabo recogidas selectivas de «basuraleza» y tiene como objetivo el estudio y características de las diferentes circunstancias que rodean a la emisión de basura y se realizan periódicamente en diversos lugares del municipio.

Mientras otros acompañaban a los caminantes del belén montañero, varios voluntarios de la asociación participaron como ya acostumbran en la recogida, a lo largo de la zona del río a través del casco urbano. Tanto se empleó la mañana en recoger «basuraleza» como en enseñar a los más jóvenes una costumbre que ya se va haciendo habitual en la localidad: el respeto por el medio ambiente. T