La nieve y la lluvia, el peor clima y las temperaturas más bajas de este invierno han hecho presencia en la comarca durante la celebración de carnaval de forma que algunos municipios han tenido que improvisar sobre la marcha el desarrollo de algunos actos o suspenderlos.

El mal tiempo dio un respiro en la celebración de Jueves Lardero, la primera jornada carnavalera. Así, en Epila, decenas y decenas de niños disfrazados salieron a la calle a realizar el primer pasacalles de Carnaval, un acto realizado en colaboración con la comunidad educativa. Los alumnos del Gaspar Remiro se reunieron con sus trajes en la plaza del Ayuntamiento para salir en desfile, y acompañados por la charanga y por muchísimo público, recorrieron algunas calles del municipio hasta llegar al pabellón donde, ordenados por clases y temáticas, desfilaron ante sus familiares y amigos. Vaqueros, toreros, elegantes señoritas vestidas de época, ratoncillos, monjas y mexicanos, entre otros, representaron un multicolor pasacalles con el que se abría en Epila el carnaval. También algún "zaputero" y algunos adultos se colaron entre estos personajes que garantizan la continuidad de esta fiesta en el municipio.

Al día siguiente la lluvia empezaba a hacer acto de presencia impidiendo así el desarrollo previsto para algunos actos, como el encuentro de alumnos del colegio rural agrupado de Lumpiaque. Esta misma circunstancia aceleró el pasacalles de Carnaval que el sábado por la tarde tenía lugar en Calatorao. Tras el pregón de esta festividad, y con un cielo que amenazaba lluvia, dio inicio el pasacalles de carnaval que llevaría a los participantes desde la casa de cultura hasta el casino haciendo un recorrido por Calatoradico. Más o menos a la mitad del recorrido, la amenaza se hizo realidad y el paso de los participantes en este desfile se empezó a acelerar. Los pelucones, los vistosos sombreros y la carroza salvaron de la lluvia a muchos disfrazados pero buena parte de los asistentes al pasacalles tuvieron que echar mano del paraguas, sobre todo para proteger a los pequeños.

No hubo tanta suerte el martes de carnaval cuando, una nevada de bastante intensidad, hizo presencia en muchos municipios, en algunos durante todo el día. La participación que el lunes se había conseguido en los actos organizados en municipios como La Almunia se vio notablemente reducida el martes.

Ya desde el inicio de la mañana se empezaron a suspender las actividades programadas al aire libre. Así, uno de los actos más llamativos de esta edición del carnaval de Epila, el mercado de las mascarutas quedaba definitivamente suspendido cuando, a la hora en que éste debía dar comienzo, los copos de nieve caían con bastante intensidad en la plaza del ayuntamiento, donde se iban a instalar los puestos.

Las mascarutas tuvieron que reservarse para otros actos si bien, las pocas que se atrevieron a salir se acercaron al porche del ayuntamiento para tomar un moscatel. El resto de actos del programa se desarrolló con total normalidad hasta la tradicional quema de Don Zaputero.

El Carnaval también llegó a su fin en Calatorao el segundo fin de semana, con la fiesta organizada por la asociación de mujeres para los niños y el concurso de disfraces del Casino, donde también hubo baile.