Como ya empieza a ser tradición por Halloween, los niños de Rueda de Jalón se disfrazaron de zombis, dráculas, brujas, vampiros... Y fueron por las calles del pueblo asustando a todo el que se cruzaba en su camino y llamando por las casas para que les dieran caramelos. Terminaron la tarde con un buen montón de dulces. En las casas fueron recibidos con decoración terrorífica y un montón de sustos. Siguiendo una tradición más antigua, algunos vaciaron calabazas y les pusieron velas dentro.