-Actualmente se está construyendo una residencia para la tercera edad y viviendas, ¿qué van a suponer estos proyectos para Urrea?

-Son dos iniciativas privadas pero supondrán un incremento de la población. El Ayuntamiento está colaborando con ellos en lo que podemos. Así, por ejemplo, hemos cubierto la acequia donde se construye la residencia y queremos hacerlo en todo el casco urbano tanto por seguridad como por estética.

-La residencia no es sólo un servicio para los mayores, también generará puestos de trabajo...

-Yo lo miro como una empresa y, por tanto, va a crear puestos de trabajo, sobre todo para la mujer, y un tirón muy fuerte para Urrea. Habrá unos 17 trabajadores, con preferencia para la población de Urrea.

-¿También habrá preferencia para la población local en cuanto a los residentes?

-El Ayuntamiento ha hablado con la empresa y siempre habrá una reserva para la gente del pueblo que necesite entrar.

-¿Está contenta la población con el proyecto?

-Algunas personas mayores dicen que será muy cara pero deben saber que también habrá un centro de día, con servicios de comedor y lavandería, que será más económico. Luego, podrán dormir en sus casas.

-¿Y en cuanto a las viviendas?

-Son seis y servirán para que la gente se quede en el pueblo y para los que han venido de fuera. Si hay suerte y se venden pronto, el Ayuntamiento facilitará terrenos para hacer nuevas casas.

-¿Hay necesidad de viviendas?

-Se trata de asentar población porque la gente se casa y se va a vivir a Zaragoza o a Epila. Poco a poco, muy lentamente, vamos ganando algo de población. Mi reto es llegar a tener un pueblo con 600 habitantes.

-Y la población actual, ¿qué necesita?

-Que la comarca empiece a trabajar en la recogida de basuras. Falta un servicio para muebles, electrodomésticos y otros enseres y también que se haga la limpieza mecanizada. De momento el alguacil y los particulares se encargan de limpiar las calles pero los muebles se tiran a la escombrera y eso no está permitido. Estamos pensando en poner un punto limpio.

-A pesar de la corta distancia a Zaragoza, ¿se consideran bien comunicados?

-Necesitamos transporte para que Urrea pueda ser un municipio dormitorio y la gente se pueda desplazar desde aquí a sus puestos de trabajo. Pensamos que debe ser un servicio comarcal.

-¿Qué otras reivindicaciones tiene?

-También tenemos que mejorar la cobertura de la telefonía móvil porque, aunque estamos mejor que antes, la gente lo sigue reclamando. Se ha hablado con Telefónica y lo van a estudiar aunque de momento no hay ningún compromiso. Este no es sólo un problema de Urrea, sino también de los municipios cercanos.

-Y la agricultura, ¿sigue teniendo el peso más importante de la economía local?

-En agricultura quedamos la gente mayor. Yo soy de los más jóvenes con dedicación exclusiva, el resto lo combinan con otros trabajos. Se sigue cultivando el melocotón y la manzana aunque los precios ahora son muy bajos y el principal producto es la pera blanquilla. Ahora, además, se está empezando a poner otra vez peral.