La Semana Santa es una fiesta especialmente religiosa, cargada de fervor y devoción, pero también plagada de tradiciones que en cada municipio guardan un cariz especial.

Así, el completo programa de la Semana Santa lecerana, que incluye las populares procesiones de las Siete Palabras y del Santo Entierro, ha venido marcado este año por el emotivo reconocimiento organizado por el ayuntamiento y los grupos de Alabarderos y de Bombos y Tambores de la localidad, a Juan Carlos Aznar, José Manuel Calvo Liedana y la viuda de Pedro Bernad, por su constante labor y compromiso por el pueblo de Lécera durante estas fiestas.

Moyuela es otra de las localidades de la comarca en la que con más fervor se celebran las fiestas de Pascua. En este caso, tras la tradicional bendición de los ramos portados por los niños el domingo 13 de abril, el Jueves y Viernes Santo se sucedieron las procesiones, siendo especialmente seguida por los vecinos la del Santo Entierro que, encabezada por la sentida interpretación del grupo local de tambores y bombos, escenificó el encuentro entre la Virgen de los Dolores y Jesús en la urna, acompañada por los doce misterios portados por las penitentes mujeres de la parroquia moyuelina.

En La Puebla de Albortón destaca la procesión del Viernes Santo tras la misa y en la que, un año más, el alcalde señaló que no se pudo contar con la participación del cura que se fue tras la eucaristía.

En Plenas, antiguamente la noche del Sábado de Resurrección los mozos colocaban ramas de carrasca en las casas de las chicas que deseaban cortejar para que éstas respondiesen compartiendo la tradicional rosca. Y siguiendo la costumbre, como cada domingo de Pascua, Plenas amaneció con sus calles engalanadas con los originales colores de los más de 20 ramos, repletos de dulces y golosinas, que colgaban de sus balcones y ventanas para hacer las delicias de los más pequeños.