Efectivamente, por fin llegó la cosecha histórica. Y eso que a principios de vendimia nadie sospechaba que iba a acabar así de bien. Este año en Fuendejalón se han cogido 13 millones de kilos de uva. Más de lo que podían pensar las mentes más optimistas. Y es que el año venía totalmente de cara: lluvias en su momento, nada de heladas, ausencia de plagas destacables, buena ligación, viñas vigorosas, y en conclusión, todo un récord de cosecha.

Los agricultores han producido más de lo pensado, pero lo que este año ha hecho que se alcancen esas producciones ha sido básicamente el buen estado de las uvas de secano, ya que las de regadío son más o menos estables. Aún así, también se han incrementado, pero en secano, las inclemencias del tiempo son las que determinan las grandes diferencias entre unos años y otros.

Y en Fuendejalón, afortunadamente, todavía son mayoría absoluta las hectáreas de viñedo, que son las que determinan la espléndida calidad de nuestros vinos. Por eso este año, además de muchos kilos de uva, la bodega puede comercializar unos fabulosos vinos embotellados para ponerlos en cualquier mercado del mundo.

Ya se cuentan por millones de kilos los varietales (tempranillo, merlot, syrab, cabernet, chardonnay), pero Fuendejalón no pierde sus señas de identidad y, sin lugar a duda, ese honor le corresponde a la garnacha. Más de ocho millones de kilos de uva garnacha hacen de esta bodega el estandarte del Campo de Borja, conocida por el Imperio de la Garnacha.