La Semana Santa de Zaragoza ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. El año pasado la junta de cofrades instó a las administraciones públicas a que iniciaran los trámites para que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio reconociera el impacto y la proyección de la Semana Santa. No es la única. La Ruta del Tambor igualará este título que reconoce una tradición religiosa, participativa y cultural con cerca de 16.000 cofrades en la capital aragonesa y nueve municipios del Bajo Aragón.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, felicitó a las cofradías que "sin ninguna duda, son las que han conseguido un éxito muy importante para la ciudad". En este sentido, la delegada de Zaragoza Activa, Fomento y Turismo, Lola Ranera, añadió que "la Semana Santa de Zaragoza y la Ruta del Tambor se posiciona como un foco de atracción turística" gracias, en parte, a que "la ciudad se vuelca con la fiesta". En 2001 esta celebración fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Con el nuevo sello, se convierte en la primera fiesta de interés internacional en Aragón. Después de los pilares, es el segundo evento popular que más público y turistas atrae a Zaragoza.

La distinción, que se ha fijado en aspectos como el arraigo popular, repercusión mediática, antigüedad y originalidad, además de la existencia de una red solvente de hoteles y restaurantes, coloca a la Semana Santa aragonesa a la altura de otras con más nombre como las de Sevilla, Valladolid o Málaga.

Con cerca de 16.000 participantes y un notable seguimiento de público en las calles, las instituciones y los cofrades confían en que la declaración de interés turístico internacional surta sus efectos. "Esperemos que suponga una mayor divulgación de la celebración en Zaragoza y también fuera de Aragón", declara esperanzado Mariano Julve, vicepresidente de la junta coordinadora de cofradías de Zaragoza, quien señala dos hitos en el resurgir de unos actos que vivieron varias crisis. "Fueron decisivas la incorporación de la mujer a las cofradías y la introducción del tambor en los pasos, que le ha aportado una personalidad propia", matizó.

Este impulso puede "acabar de convencer a los zaragozanos" de la verdadera entidad de su Semana Santa, que, a juicio de los cofrades, "nada tiene que envidiar" a las del resto de España. "Durante mucho tiempo se extendió la creencia de que en Zaragoza no había tallas de escultores reconocidos como en Valladolid o Sevilla, pero los estudios posteriores revelaron que sus obras son notables y que contamos con grandes especialistas en este tipo de imágenes", analizó. Ignacio García de Aguaviva, Hermano Mayor de las Siete Palabras, matizó que "la de Zaragoza es una Semana Santa con mucho tirón y muy conocida".