Si se tienen animales en la ciudad es para cuidarlos y poder mostrar un paraje atractivo. Eso precisamente es lo que no tienen ahora los cisnes, patos, palomas, pájaros y demás animales que habitan en el Jardín Botánico y otras zonas del Parque Primo de Rivera de Zaragoza. Las obras que se están ejecutando les han marginado tanto que hasta el estanque se llenó de andamios en lugar de agua. Suerte que ayer, tras la publicación del EL PERIODICO, algo se mejoró. Pero hace falta más. Tener parques y jardines, con animales incluidos, bien adecentados, también debe tenerse en cuenta. Eso también es ciudad.