E l acuerdo en materia presupuestaria suscrito entre el PSOE y Podemos es una excelente noticia para la izquierda. Si la moción de censura que ha llevado a Pedro Sánchez a la Moncloa significó la «catarsis» de ambos partidos, tras los mutuos errores que permitieron la prórroga de Rajoy, el contrato ahora firmado debemos tildarlo, sin excusas, de magnífico acuerdo preelectoral que debe sentar las bases de los próximos comicios. Su aplicación de futuro en Aragón, y particularmente en Zaragoza, resulta esperanzadora para la ciudadanía progresista. Por favor, tomen nota sus respectivos correligionarios maños.

El modelo ibérico de entendimiento en la izquierda ha sido el eje común que han encontrado los responsables de los partidos que aglutinan a la mayoría social de progreso en España. El primer viaje fuera de nuestras fronteras de Pedro Sánchez tras las elecciones lo hizo a Portugal, el 7 de enero de 2016. No fue casualidad que el primer acto público de ese año lo constituyera la entrevista en Lisboa con el primer ministro portugués, Antonio Costa. Toda una declaración de principios. Por otra parte, en los próximos días verá la luz un nuevo libro de Pablo Iglesias, Nudo España (ed. Arpa) en el que desgrana, en una conversación con el periodista Enric Juliana, una serie de posibles soluciones ante el avance de la derecha extrema en Europa. Una de las principales conclusiones que desarrolla el dirigente de la formación violeta es el despliegue de acuerdos, «a la portuguesa», para consolidar una alternativa de izquierdas en la sociedad y en las instituciones.

Los aspectos económicos progresistas del acuerdo suscrito, que se desarrollan a lo largo de las cincuenta páginas que lo recogen, son las de mayor repercusión social. Es cierto que aún falta profundizar y consolidar mayorías parlamentarias para llevar al BOE estas medidas. Pero se trata de un logro sustancial que permite recuperar derechos sociales que se llevaron por delante los gobiernos del PP. A la facilidad de destrucción de aquellos avances por la derecha, se ha sumado la dificultad de acuerdo en la izquierda, que ha tardado casi tres años en concretar la necesidad de cambio que se constató tras las elecciones de diciembre de 2015.

Reconociendo la importancia de las propuestas socioeconómicas en materia presupuestaria, me voy a detener en la medida trece del documento. Una cuestión que hemos venido demandando desde el ámbito de la psicología y de los sectores sociales interesados en la prevención de las ludopatías. El compromiso del texto establece en su punto 13.1 «una regulación de los juegos de azar y apuestas en línea similar a la publicidad del tabaco». Se trata de un tema al que, como es habitual, se llega tarde. Hemos dejado, con permisividad consentida, que las apuestas on line inunden los cerebros de todos, en especial de los más pequeños, que son bombardeados, día a día y en todas las franjas horarias, por multitud de apuestas mientras intentan ver un partido de su equipo favorito en la televisión. Todos somos responsables de ese desatino que ha beneficiado a gobiernos, deportistas de élite, empresas, clubes y medios de comunicación, a través del millonario despliegue de recursos que ha llenado de euros muchos presupuestos, al mismo tiempo que vaciaba el de ciudadanos y familiares afectados. Unas cifras que rondan los 220 millones de euros de inversión anual en publicidad y patrocinios. Un problema que no sólo afecta a los adultos. Recordemos que en Aragón, aunque han disminuido esas prácticas, se siguen abriendo expedientes por la presencia de menores en locales de juego. También se han denunciando a adultos que hacen de intermediarios en las apuestas de menores para así eludir la ley. El 30 de mayo de 2017 tuvimos ocasión de comparecer en nuestro parlamento como representantes de la Sociedad Aragonesa de Psicología Deportiva (SAPD) para denunciar estas y otras medidas que, a nuestro juicio, deberían implantarse para favorecer una mejora del deporte base con mecanismos de prevención de la violencia en el mismo. Todos los grupos parlamentarios recogieron con sintonía la petición para regular la publicidad de las apuestas deportivas de forma similar al alcohol o el tabaco. Nuestra vecina Italia ha terminado con toda clase de publicidad de esta índole. Aquí las propuestas en ese sentido se han ido quedando en los cajones de los gobiernos de turno que temen pillarse los dedos con su propia empresa (Loterías y Apuestas del Estado).

Tras este acuerdo en la izquierda, ha llegado el momento de apostarlo todo a la medida 13 de este documento con todas sus consecuencias. La más importante, la salud y el futuro de nuestros hijos que valen mucho más que la recaudación envenenada del presente. Los atajos de los juegos de azar para acceder a la prosperidad son infinitesimales, pero su adicción es directamente proporcional a la dificultad económica de sus protagonistas. Como señala el escritor chileno Isidoro Loi «existe un método secreto para volver del casino con una pequeña fortuna, ir con una gran fortuna».

*Psicólogo y escritor