El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, presentó ayer el AVE barato, comercializado como Avlo. Un proyecto de su antecesor en el cargo Íñigo de la Serna, que lo bautizó como EVA, y del que dijo que se implantaría en el corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona, y pararía en la capital aragonesa. La de ayer fue una presentación mucho más sui generis: ni se dieron precios, ni se cuantificó el ahorro, ni se sabe dónde parará. Zaragoza deber ser una de ellas. Sí o también.