Los militantes socialistas aragoneses, y por supuesto quienes les votan, no se merecen la clase dirigente que tienen. Fíjense en las recientes declaraciones de su máximo líder, resumidas en un "en lugar de hablar de primarias hay que esforzarse en hacer oposición". Y tan orondo que se ha quedado. ¿Oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza --acaso gobierna allí el PP-- justo el ámbito donde tanto sentido tienen unas primarias? Y no sigo. Javier Lambán continúa sin enterarse del peso real de Zaragoza capital en el PSOE y considera que con el concurso orgánico de los corricos de Huesca y Teruel mas los restos de la provincia zaragozana tiene asegurado el futuro, un futuro que nunca pasará por la presidencia de la DGA, a pesar de la pésima gestión que PP y PAR están desarrollando. ¿Hay alguien en el PSOE con la lucidez suficiente para primero decírselo y después convencerle de que el gran alcalde que ha sido Juan Alberto Belloch es hoy el garante de la pervivencia de Luisa Fernanda como máxima jefa recortadora de la DGA? Pero además, un líder debe estar por encima del juego de conveniencias personales. En Zaragoza capital más de un 60% de la militancia socialista exigirá primarias para el ayuntamientoy que alguien se vaya por fin a donde mejor entienda o le dejen hacerlo. Hay muchos socialistas que están tratando de darle una salida digna a quien ha sido un gran alcalde, pero Lambán y sus adláteres no se atreven a pensar en algo más que ellos mismos. Después vendrán los llantos y el boabdilismo. Profesor de universidad