Ayer se cayó el buscador de internet Google. Vaya por dios. Eso sí que es una brecha digital. Dejó de funcionar un rato justo el día en que salía a bolsa y sus inventores ganaban tres mil millones de una tacada. Dicen que fue un ataque, un virus... ya se verá. La red está muy entretenida, pero no tanto como las calles y plazas al natural. El verano es invencible. Los helados, el tanguismo, el vaivén vacacional/laboral (ya no se distingue nada, en ninguna parte). Galerías Primero de la calle 5 de marzo, con sus neones, sus rampas eléctricas, es el alma de Zaragoza. El rastro Remar de la calle San Pablo también tiene ascensor para subir a la planta de ropa. La iglesia de San Pablo cierra por obras, o no dejan entrar al mediodía, hay unos obreros --si se permite la expresión-- trabajando en el retablo mayor, de modo que parece un descendimiento vivo, una performance.

La DPZ cerró el Gambrinus, una cafetería y restaurante en la Plaza de España, y mató esa alegría, esa utilidad de los bares en el centro. A veces los políticos hacen cosas terribles. La CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (la que irá a Barcelona, aunque los empleados no quieren esta deslocalización política), pues la CMT ha dado el visto bueno a la propuesta de Telefónica de doblar el ancho de banda a los usuarios de ADSL para internet. Ahora las otras compañías tendrán que hacer lo mismo. Y rápido. Ayer petó Google y tembló el misterio. Es lo malo del monopolio sicológico --y real-, que es muy expuesto. Zaragoza encarga sesudos estudios a compañías de fuera y luego éstas encargan el trabajo a expertos de la Universidad de Zaragoza, que conocen el tema: ¿no se podría ahorrar el paso intermedio? Se echa en falta alguna idea de altura, aparte de encargar auditorías y anunciar subidas de impuestos, que eso a cualquiera se le ocurre. Moneo tiene el permiso para la megamanzana de Aragonia, que ya estaba tardando. Las ventajas de que gozan los funcionarios --esenciales para la estabilidad del sistema-- y el buen vivir de los políticos han de reflejarse en la rapidez y eficiencia de los procedimientos. Es fundamental poder crear una empresa sin sufrir, poder hacer cosas, eso que anuncia la ventanilla única. Tipo La Muela. ¿Tan difícil es copiar a La Muela? Ha de haber menos burocracia que en Madrid o BCN. Si no, mal.

*Escritor y periodista