La película de Amenábar, Mar Adentro , premiada recientemente en Venecia narra la historia, a mi entender, de un fracaso. Un suicidio que se nos presenta como ético, correcto, normal en estos casos y hasta castizo. Una defensa de la eutanasia es el mensaje portador de esta cinta cinematográfica. Desconozco el motivo que impulsó a Amenábar a titular así su película pero a mí, y pienso que a muchísima gente más, este título me ha rememorado algo importante. Efectivamente, el que intenta vivir la vida cristiana se topa en alguna ocasión con el decir mar adentro en el Evangelio. Concretamente en el episodio en que se narra la pesca milagrosa. Duc in altum rema mar adentro y echa las redes para pescar le dice Jesús a un apóstol, Pedro, derrengado pues había estado toda la noche faenando y no había pescado nada. San Pedro muestra a Jesús su desacuerdo con este querer del Maestro, sin embargo, ya que El lo dice se adentrará de nuevo en el mar y echará las redes. El resultado es que pesca tal cantidad de peces que la red de la barca se rompía. Supone este mar adentro que se nos propone en el Evangelio una conducta fundamentada en la esperanza y en la fe en Dios. Constituye una forma de vida que puede intentarse aún en situaciones aparentemente desesperadas. -- Fco. Javier Esteruelas. (Zaragoza) C