Algo está pasando en la patronal regional. CEOE Aragón tiene un nuevo presidente, Ricardo Mur, que ha sido investido de todo el poder que confiere el cargo, pero que ni mucho menos cuenta con el apoyo de todas las empresas, sino tan solo de un reducidísimo grupo de figuras de la economía aragonesa, algunas de las cuales en su día fueron fuertes. El contexto en el que se ideó en 2015 la operación de fusión entre la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA) y las tres patronales provinciales (CEOE Zaragoza, Ceos-Cepyme Huesca y CEOE Teruel) ha cambiado totalmente. Mur ya no pertenece al grupo empresarial que auspició el proceso de convergencia, su figura no tiene fuerza, carece de feeling con las pequeñas empresas y con el resto de dirigentes empresariales, y pese a querer exhibir que dirige la organización a su manera, solo se transmite frialdad y poco poder empresarial en Aragón.

El acto del relevo en la presidencia regional de CEOE ya fue muy significativo. De las 60 empresas de cierto tamaño que forman parte de la patronal, solo acudió en persona uno de los empresarios, y el resto enviaron una representación menor como queriendo pasar de puntillas o mostrarse totalmente distantes. Y los pequeños y medianos empresarios presentes en la sala casi se van en bloque, porque no entendieron cómo el presidente saliente, Fernando Callizo, dio las gracias a gobierno, sindicatos y muchas más organizaciones y personas, pero sin mencionar a Cepyme, la otra gran patronal regional a la que aspiraban dominar desde CEOE Aragón pero que no lo han conseguido. El presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita, siempre ha dicho que el sector de Callizo y Mur ha infravalorado su organización y que la fusión que anhelan (el nuevo presidente lo ha repetido estos días) ni va a ser ni será. Es otro revés para el recién estrenado presidente.

El malestar viene de origen. Ricardo Mur llega a la presidencia de CEOE Zaragoza en una situación extraordinaria. Se pensaba en un gran empresario para ese cargo, se sugirieron varios nombres, pero nadie quiso dar el paso. Era el año 2014, se vivía en plena crisis económica y la gente no quería participar en una organización que resta mucho tiempo al empresariado. Y menos aún querían estar los grandes empresarios. Es por eso por lo que se piensa en un ejecutivo muy cercano a este movimiento empresarial, de Henneo, ya que él presidía entonces el consejo de la empresa Hiberus Tecnología. El Círculo Aragonés de Economía, muy ligado a la derecha política aragonesa, al Partido Popular, del que Mur fue militante (fue concejal del Ayuntamiento de Zaragoza con Luisa Fernanda Rudi de alcaldesa) amparó la operación. Se creó hasta el Consejo de grandes empresas, como una forma de que estas tuvieran más fortaleza en el día a día social, político y económico de Aragón y por él pasaron figuras como Felipe González y José María Aznar, entre otros, mientras Callizo ha sido presidente.

Sin embargo, el contexto ha cambiado bastante. El hoy presidente de CEOE Aragón salió precipitadamente de Hiberus, se montó una empresa, fruto de la escisión, llamada Brainy Inteligencia Semántica, con la que hoy mantiene algún negocio en Colombia y Qatar, y ahora pretende volver a coger las riendas con cierto peso. Pero el malestar es evidente porque con esta operación de fusión el procedimiento democrático está totalmente ausente. Se van a cumplir muchos años sin elecciones para la cúpula de la patronal regional, en concreto más de ocho cuando en el 2022 Mur deje de ser presidente, tal como establecieron. Y todo, después de seis años de presidencia de Callizo. Algo que los empresarios consideran que es inaudito.

Mur se va a mover para exhibir que dirige la CEOE con fortaleza. Pero desde el exterior solo se ve que la organización empresarial tiene poco poder y son los grandes de siempre los que más lo ven. Esta semana se ha conocido el fichaje de Jorge Díez-Tizio como director general de la patronal para reformar la organización. Hay quien considera que es una persona mayor para nuevos retos, aunque está muy bien posicionado en recursos humanos (viene de DKV) y hace ya tiempo que le gustaba el mundo de las organizaciones empresariales. Quizás, algo llamativo es que José María García, director de Economía de la DGA con Francisco Bono, hombre PP en estado puro, haya sido apartado por Mur en CEOE. Máxime cuando el nuevo presidente hizo suyo el argumentario económico popular en sus palabras el primer día de presidente. Algo que tampoco gustó a muchos. Y otro movimiento curioso, Javier Ferrer Dufol, expresidente de la patronal aragonesa, ocupa ya plaza en la ejecutiva nacional de CEOE. Una devolución de favor que ha despertado recelos entre muchos empresarios. Y es que algo está pasando en CEOE Aragón.

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