La decisión del Tribunal Constitucional de avalar que los menores con suficiente madurez y que se encuentren en una situación estable de transexualidad puedan solicitar su cambio de sexo en el Registro Civil sin esperar a cumplir los 18 años es un paso en favor de las batallas que está librando el colectivo LGTBI. La medida, que fue reclamada por Patrick, un joven de Benasque, permite que las personas en esta situación puedan disponer de su identidad a todos los efectos. No es lógico que los registros administrativos generen problemas vivenciales o burocráticos, sobre todo en edades de crecimiento personal y social, cuando los afectados tienen asumida su auténtica identidad y la sociedad les respalda.