El alcalde de Zaragoza entiende que los retrasos en las obras de las calle Fray Julián Garcés están ocasionando graves perjuicios a los comerciantes, toda vez que acceder a los comercios y a los mercados se hace tan difícil que los vecinos optan por otras superficies más cómodas. La desidia y el incumplimiento de las empresas que hacen los trabajos municipales no es nuevo, de manera que el ayuntamiento debería medir muy bien en el futuro la categoría y la cualificación de las constructoras que se comprometen a unos plazos que casi nunca cumplen. De ahí, que las sanciones a las empresas que no cumplen tengan rango de ley.