Rodrigo Rato también utiliza la táctica de echar balones fuera cuando se le recuerda que Aragón es una de las comunidades que peor parada ha salido en el reparto de los fondos estructurales que la UE destina al desarrollo de España. Para el responsable de la economía española, las lógicas quejas aragonesas son sólo una "equivocada y simplista política de victimismo", porque en su opinión Aragón está recibiendo la mayor inversión pública de la historia. Rato, como otros miembros de su Gobierno, también confunde los presupuestos del AVE con inversiones en Aragón, cuando él sabe mejor que nadie que si hay una gran inversión en estructura viaria en Aragón es porque entre Cataluña y Madrid el territorio es inmenso. Aunque haga campaña, el discurso económico de Rato debería ser más teórico que político; no se justifica que Fomento no haya hecho el acceso a la intermodal porque no tiene los 470.000 euros que cuesta.