Se han muerto Pedro Sevilla y Mariano Hormigón y nos hemos quedado un poco abismados, tan cerca del otro lado, ese vértigo. A MH le tocaron ayer la Internacional, le pusieron a Mozart, que le gustaba tanto. El segundo tomo de La Historia de la industrialización de Zaragoza , de Mariano Hormigón, se podía leer hasta hace poco en la web (cezdirecto.org), y es una maravilla de documentación, de enfoque. La historia de las ciudades es la de la industrialización. Hay barrios que primero fueron fábricas, lo estamos viendo en el Picarral, lo vimos en La Química. Hay muchas cosas suyas en internet, tan accesibles, sólo con darle a un buscador. Es otra manera de sobrevivir, junto al cariño. Quedan, en el internet interior, los momentos buenos, el buen vivir, que hay que aprovecharlo a tope, porque ya se ve que son cuatro días, a veces dos. Se fue Paco Ortiz y según asoma la mañana aún, a veces, parece que va a salir su voz por la radio. No hay que espantarse demasiado del aparentemente infructuoso viaje de Marcelino Iglesias a Madrid. Hay que darle un poco más de tiempo al presidente, a ambos. Otra semana más. Quizá el verano. Van cayendo cosillas, migajas. Hay que darles un poco más de margen antes de ir a por lo nuestro. Ellos --sabrán porqué-- se toman su tiempo, dosifican las entregas. Hay que pensar que tendrán a medio hacer un calendario, un timeline más o menos pautado para saciar nuestra avidez histórica, toda esta sed de carreteras, AVEs, desagravios de siglos, de muchos siglos, medicamentos atrasados, canfranismo atávico... Los políticos piensan en bloques de cuatro años. Quizá podemos conformarnos con la abolición del PHN unos días más. Por el calor y eso. La verdad es que nos hemos quedado un poco pasmados, con cara de habas, porque esperábamos algo, un algo. Quizá están ultimando los detalles, como se suele decir, era prematuro, se podía desbaratar, etc. Siempre queda esa sensación de secretismo y opacidad cuando hablan los jefes, luego se van filtrando complementos, flecos, esperanzas. Es mal indicio que no saliera ningún ministro, un ujier de la Moncloa, como suelen, a decir algo de la entrevista. En fin. Quizá hay que darle(s) unos días más, a ver si pasa algo, a ver si es que estaban perfilando un notición que no estaba aún a punto de caramelo, que no se podía decir. (Pero un notición no es los helicópteros).

*Escritor y periodista