El voto emocional jugó un papel importante y decisivo tras los acontecimientos lamentable y terriblemente extraordinarios a dos días de la cita de los españoles con las urnas. Los electores pasaron factura a Aznar por la implicación española en la guerra de Irak. Una guerra que los ciudadanos, en su gran mayoría, repudiaban como quedó patente en las manifestaciones de febrero de 2003. Una decisión de gobierno que, a pesar de no haber tenido consecuencias decisivas en las anteriores elecciones autonómicas y municipales, y debido a los brutales atentados en Madrid y a la desafortunada gestión de la crisis del 11-M, desencadenó el vuelco electoral del PP y la victoria del PSOE.

UNA VEZ DICHO esto y entendiendo que la decisión del electorado es inapelable, cada partido, desde la posición que le ha correspondido democráticamente, deberá asumir sus propias responsabilidades políticas. Desde el más pequeño al más grande. Desde el que ha contado con el respaldo mayoritario al menos beneficiado.

Para el Partido Aragonés, una vez analizados los resultados, es momento de ponerse a trabajar sin descanso. Somos conscientes de que los compromisos arrancados al Gobierno de Aragón y nuestra labor en el seno del mismo han influido decisivamente en el PSOE autonómico y nacional a la hora de definir su postura de rechazo al trasvase del Ebro. Hemos vuelto a parar el trasvase. Somos conscientes, y nos congratulamos por ello, de que el proceso de Comarcalización de Aragón impulsado por José Angel Biel, vicepresidente del Gobierno y presidente del PAR, para acercar la Administración al ciudadano, no hubiera sido tal de no haber formado el Partido Aragonés parte del Gobierno autonómico.

Convencidos estamos de que la igualdad educativa en Aragón no se hubiera producido de no haberse empeñado en ello el PAR. Y también somos conscientes de que el respaldo ciudadano que hemos tenido en las urnas no es el que nos hubiera gustado tener pero, aún con todo, nuestra determinación consiste seguir trabajando con más fuerza y más ahínco que nunca, si cabe, por el "gran futuro" que desde mi partido deseamos y buscamos para esta tierra. Nuestros votantes deben saber que estaremos salvaguardando, desde todos los niveles en los que nos hallemos representados, los intereses de Aragón, los intereses de los aragoneses, sus propios intereses. Nuestra misión como partido político territorial, de centro, aragonesista e integrador consistirá en defender todo aquello que pueda suponer una amenaza para nuestro desarrollo y el porvenir de nuestros hijos. Así lo hemos hecho siempre y así lo haremos.

El panorama político que se presenta tras las elecciones generales puede ser alentador para Aragón al coincidir el color político de los dos gobiernos, el central y el autonómico. La paralización definitiva del trasvase, la ejecución de las obras de regulación hidráulica y la reforma del Estatuto junto a la financiación autonómica son asuntos fundamentales sobre los que el Partido Aragonés va a poner todo su empeño. Aragón necesita autonomía plena ¡ya! Mientras, el Partido Aragonés, que conforma gobierno en Aragón con el PSOE, que tiene un representante en el Senado, un eurodiputado, y ganas infinitas de trabajar por Aragón se compromete a vigilar, presionar y forzar, si fuera necesario, para que las exigencias y pretensiones de partidos como ERC, que reclamará en el Congreso un modelo territorial donde se incluyan cinco comarcas aragonesas en Cataluña, no prosperen nunca.

ASPIRAMOS a que los aragoneses podamos disfrutar del bienestar de una sociedad avanzada. Queremos implicar al Gobierno central para que asuma nuestro objetivo de que Aragón llegue a tener dos millones de habitantes, aplique en sus inversiones públicas el principio constitucional de igualdad y vertebración territorial. Y queremos que la riqueza no se concentre en Madrid o el Mediterráneo. Apostamos por una sociedad más justa y solidaria, con más oportunidades, pero también más segura. El Partido Aragonés, pueden estar seguros los aragoneses, quiere futuro y desecha un Estado asimétrico en el que existan comunidades de primera y de segunda fila. Exigimos y exigiremos lo nuestro porque constitucionalmente así nos corresponde. Al Partido Aragonés le queda mucho por hacer hasta conseguir que nuestro territorio se llene de vida, y no vamos a parar hasta lograrlo.

*Vicepresidente del Partido Aragonés y portavoz en las Cortes de Aragón