Dicen los expertos que participan en el Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en Zaragoza que aunque los trastornos de la personalidad no se pueden diagnosticar hasta pasados los 18 años, lo cierto es que existen algunos indicadores que pueden evidenciarlo desde la infancia; por ejemplo, la hiperactividad. El 30% de los adultos que sufren este tipo de trastorno han sido niños hiperactivos, una patología de la conducta que a veces se confunde con una actitud más o menos gamberra de los chavales, y sobre la que padres, profesores y psicólogos deben estar muy atentos para que sea tratada como lo que es.