A modo de película de trato y género farragoso se está llevando desde hace tiempo el tema del museo Goya. Los distintos intentos de realización están dilatando demasiado el proyecto, y a los ciudadanos, créanlo, lo que les interesa es que se haga, en las mejores condiciones, pero que se haga. La ubicación, sin género de dudas, requiere un edificio sin connotaciones históricas tan arraigadas como la Escuela de Artes. Un espacio de nueva construcción, ¿por qué? sencillamente porque potencia y valora el proyecto. Llevarlo a la Escuela de Artes requeriría una costosísima remodelación para adecuarla, cuyo resultado es muy dudoso, restando protagonismo al proyecto y el museo en sí quedaría diluido. Además la opción de trasladar la E. de Artes al antiguo instituto Luis Buñuel, cuando es un lugar del que todo el mundo se ha querido ir, es empobrecedor. La E. de Artes requiere mucho más, pero ese es otro tema. Entre tanto, el gobierno debería pensar en la imagen que se reproducirá cuando publiciten el museo. Una imagen nueva con nuevos diseños es lo que necesita la ciudad, las remodelaciones, ya ven, ni para el antiguo Fleta.

*Pintora y profesora de FP