Con un equipo totalmente renovado, el reelegido rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, inicia un nuevo mandato con mayores exigencias que hace cuatro años. Apoyado por nuevos sectores del profesorado, muchos de los cuales hace casi 20 años que no veían a sus candidatos sentados en los despachos del Rectorado, Pétriz no sólo debe culminar los proyectos iniciados en la pasada legislatura, sino que los retos son hoy mayores, como con la obligada convergencia europea o con la reclamada ley de financiación. Dar estabilidad a las cuentas de la institución académica es la clave para que en estos albores del siglo XXI pueda vivirse una etapa floreciente tanto en la docencia como en la investigación, uno de los ámbitos universitarios en los que se precisa mayor empuje. La decisión de Pétriz de incorporar caras nuevas y de dar entrada en su consejo a profesores de sensibilidades muy distintas tiene que traducirse en hechos ya.