Francia no permitirá hasta entrado el verano el paso alternativo de vehículos pesados por el Somport, y no será hasta final de año cuando finalice los trabajos de consolidación de laderas que permitirán el tránsito normal de buses y camiones. En lugar de aplaudir la decisión sin más, los gobiernos aragonés y español deberían utilizar los mecanismos de negociación a su alcance para intentar que esas obras duren lo menos posible. La fórmula actual es un parche, y provoca gran inquietud en los negocios del Altoaragón, sean turísticos o industriales.