El primer puente de nieve, el que tradicionalmente es el inicio de la temporada de esquí, ha pinchado en Aragón. Solo una de las siete estaciones está abierta y en los valles, el sector hotelero ha visto canceladas un 30% de las reservas. Aunque los meteorólogos se niegan a relacionar estos episodios cálidos con el cambio climático, no deja de ser un síntoma. Uno más para ahondar con seriedad la diversificación turística en la comunidad aragonesa.