El Gobierno murciano desplegó ayer por todo el litoral 1.100 sombrillas con la leyenda Agua para todos con el fin de trasladar a los turistas las necesidades hidráulicas de la región. La plantada de sombrillas es una buena medida para concienciar a todos los visitantes de los problemas de agua que tiene Murcia, pero se equivoca el ejecutivo regional al reclamar "el agua que les sobra a otras comunidades y que termina en el mar", en clara alusión al trasvase del Ebro recién derogado. Con este argumento el Gobierno murciano pierde razones, porque el agua no va al mar porque le sobre a nadie, va porque no se utiliza y porque el mar la necesita.