Se quiere modificar el Impuesto sobre Contaminación de las Aguas (ICA), pero la realidad de cada sesión en la que se aborda --como ayer en las Cortes-- no aporta visiones que permitan deducir que se avanza en ello. Ayer, el presidente aragonés, Javier Lambán, ofreció que la DGA gestione la depuración de Zaragoza, lo que permitiría reducir el recibo hasta un 20%, pero lo hizo en la cámara legislativa, cuando parecería más coherente cerrar primero el acuerdo con el propio ayuntamiento. El conflicto se alarga y no se perciben consensos porque tampoco se busca un acuerdo político.