Este año, como siempre, muchos millares de personas en toda España han salido a la calle el Primero de Mayo para reclamar un empleo de calidad y para todos los que lo necesitan. Pero si lo comparamos con los millones de personas que están desempleadas o que tienen un trabajo precario que no les da para llegar a fin de mes, el número de manifestantes ha sido muy escaso.

Los derechos laborales que estamos perdiendo a puñados en los últimos años se ganaron tras décadas de lucha sindical, después de muchas huelgas, mucho compromiso, mucha negociación. Pero pocos quieren comprometerse ahora con la lucha en el terreno laboral, el temor a perder el poco trabajo que hay se convierte en una mordaza para los trabajadores explotados. Bajamos la cabeza, aceptamos lo que nos echen y sin rechistar, que el patrón nos puede dar el golpe de gracia. Como hace tantos años... En los sindicatos, en los partidos y en cualquier colectivo hay personas honradas y luchadoras, y hay otras que solo buscan el beneficio propio. Pero sin la labor de los sindicatos nunca habríamos conseguido los niveles de bienestar social logrados antes de esta crisis. Por eso muchos se empeñan en desprestigiarlos. Una vez más, la consigna es "calla la boca y no te metas en problemas, si no quieres perder lo poco que tienes". Igual que hace siglos... Si no luchamos por nuestros derechos, si no apoyamos a quienes los defienden, después solo nos quedará bajar la cabeza y seguir llevando el yugo. Y como nos descuidemos, también las flechas...

Periodista