Sobresaltos. Atropellos, caídas, accidentes, bombas. La tarde se quiebra en cualquier parte, tres paquetes bomba en Correos de Zaragoza. Lloviendo, atascos, atardeceres de una hora más, como el Diney Channel + 1, que repite la programación una hora después, atardeceres raros en el centro, el Paseo Independencia lleno de pequeños charcos, pero charcos, delante del monumento al Justicia, leves charcos del pavimento nuevo, que no acaba de quedar al ras (y aún quieren cobrar por no haber hecho el parking, las megacompañías que hacen casi todas las obras públicas, qué mal rollo, qué poco sentido comercial, eso no se le hace a un buen cliente, leñe), charcos leves en las baldosas nuevas, gente apresurada bajo la lluvia y esa luz rara, artificial/natural, la mitad de los viandantes van sin paraguas. Ismael Grasa se va a Nueva York. Atropellos, anuncios truculentos de Tráfico, esbarizamientos.

Tres paquetes bomba el centro de la ciudad, oficina de Correos de la antigua estación del Portillo, en el triángulo sin dueño. Tres bombas contra tres periodistas a los que leemos, oímos y respetamos, igual que a los otros, que a todos, en la variedad está la gracia (la columna mejor de ayer fue la de Andrés Aberasturi en Metro ). En la ciudad huérfana del fotógrafo de prensa Luis Mompel (como si Ava Gardner hubiera muerto dos veces), el escáner detectó tres paquetes de infamia: asesinos cobardes, el genoma de la rata --ya descifrado-- linda con el humano. Antena Aragón dio las primeras imágenes, y las distribuyó al resto de las teles, por las caras de la gente se sabía si se habían enterado o seguían en la feliz ignorancia, preocupadas sólo por la lluvia, los charcos, no resbalar. La ciudad aún no se ha dado cuenta de lo importante que va a ser la Expo si sale, que ha de salir, Aragón aún no ha caído en la cuenta de que la Expo no acabará en el Actur, ni en Ranillas.

La ciudad sigue dormida en su pesadilla de runrunes, la zaragozana gusanera de Miguel Labordeta, revivido por Antonio Ibáñez Izquierdo en su tomo de la BArC. Tedax en el triángulo de las Bermudas del Portillo, en esa pieza sin dueño: Antonio Gaspar ha pedido oficialmente esa pastilla a Zaragoza Alta Velocidad: el ayuntamiento le quita ese marrón a ZAV, que ya tiene bastante, y lo gestiona solo, pero no hay respuesta. Ni ministros, ay.

*Periodista y escritor