César Alierta, principal accionista del Real Zaragoza, da un paso al frente. El expresidente de Telefónica pretende incrementar su protagonismo, poder y relevancia en el club aragonés. Para ello solo hay una fórmula: impulsar una ampliación de capital para elevar considerablemente su participación en la sociedad anónima. Si se cierra, el plan deberá abordarse en junta de accionistas y tendría una gran relevancia, ya que situaría al empresario no solo como el principal accionista mayoritario, algo que ya es en la actualidad, sino que su peso se incrementaría al mismo ritmo que bajaría el de otros accionistas que actualmente tienen participación en la entidad.

Para que Alierta esté tan cerca de dar, por fin, un paso al frente, la intervención de Víctor Fernández ha sido esencial. Clave. Ambos mantienen una relación muy estrecha que el técnico habría utilizado, según fuentes cercanas al preparador, para convencer a Alierta de la idoneidad de pasar a la acción y liderar esa ampliación de capital que el entrenador zaragozano considera básica para rearmar económicamente al club y dotarle de más músculo financiero.

Precisamente, esa decisión de Alierta habría sido determinante para que Víctor haya aceptado la propuesta del club para que siga en el banquillo. El preparador había reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de que el Zaragoza aumentara su disponibilidad presupuestaria, algo que la ampliación de capital que puede hacer Alierta no generaría a corto plazo, pero sí que pondría las bases de cara a una mejora a medio plazo. Además, Víctor quería contar con el respaldo que supone estar escudado por una figura más agrandada de Alierta. Con él detrás, el técnico se siente mucho más seguro y su presencia forma parte de esa zona de confort en la que desea instalarse Víctor para afrontar el reto del ascenso en las mejores condiciones posibles. Así, Alierta quedaría como la gran referencia en el plano económico y Víctor acaparará protagonismo en un plano deportivo en el que tendrá voz y voto a la hora de configurar la plantilla de la próxima temporada. Juntos, como quería Víctor.

El movimiento, en todo caso, no es el único que se está produciendo en torno al club. De hecho, varios grupos financieros ya han mostrado su interés en acceder al accionariado del Real Zaragoza pero la negativa de la actual propiedad a ceder potestad en la gestión deportiva ha provocado que muchos de ellos desistieran de su propósito. Aunque no es descartable que estas propuestas se sigan produciendo.

De cualquier modo, lo que parece seguro es que está cerca de haber novedades en la composición del paquete accionarial. En la actualidad, la Fundación Zaragoza 2032 controla casi el 85% del capital social de la SAD, después de la ampliación que se llevó a cabo en marzo del 2015 para pasar de 2 a 4,5 millones y de establecer y cerrar la donación a los socios de la temporada 2013- 14 de las acciones que Agapito Iglesias vendió a la Fundación (más del 94% del capital). Esa donación de acciones fue algo más del 8% del total para que ahora los cuatro patronos de la Fundación controlen ese 85% y el resto de pequeños accionistas, el 15%.

La familia Alierta, a través de Prado de Altaoja, es el mayor accionista de la entidad, con el 27,9% del capital social. Mientras, la familia Yarza, con Gredinco, Carlos Iribarren, con Tecnoiragin, y Juan Forcén, con Sport Around The World, se reparten un 19,02% cada uno.