El Zaragoza de Alierta ya da sus primeros pasos. La junta general extraordinaria celebrada ayer en La Romareda aprobó oficialmente la ampliación de capital que convierte a César Alierta en el accionista mayoritario del club aragonés. La capitalización de la deuda por valor de 1,86 millones de euros eleva el capital social de la entidad de 4,5 hasta los 6,38 millones, lo que supone que el expresidente de Telefónica pase a controlar -tanto a través de su sociedad, Prado de Altaoja, como a su nombre- el 49% del Real Zaragoza. Además, su sobrino y actual vicepresidente, Fernando Sainz de Varanda, posee el 1,56% de las acciones a título personal, por lo que el porcentaje total de Alierta rebasa el 50%.

Alierta, como ya avanzó este diario el pasado 30 de mayo, da un paso al frente que sitúa al Real Zaragoza en el kilómetro cero de una nueva era. Este incremento de poder del empresario se acentúa con otro movimiento más allá del accionarial y que alcanza a la composición del consejo de administración de la entidad. Porque, a partir de ahora, la mitad de sus componentes serán personas de confianza de Alierta. Sigue su sobrino, el vicepresidente, Fernando Sainz de Varanda, uno de los dos consejeros delegados. El otro será Luis Blasco Bosqued, que, junto a Juan Uguet de Resayre -también sobrino de Alierta- acceden a un consejo que cuenta, de igual modo, con la incorporación de Juan Forcén, que hasta ahora figuraba solo como patrono de la Fundación Zaragoza 2032 y accionista del club.

Por otra parte, Carlos Iribarren -consejero encargado de la parcela deportiva- y Fernando Rodrigo -responsable de la parcela económica- dejan el Consejo tras haber presentado su dimisión «por razones personales y profesionales», según indicó ayer el presidente, Christian Lapetra, que seguirá en el cargo.

El movimiento accionarial, autorizado hace tres semanas por el Consejo Superior de Deportes, es el primero de una serie de cambios destinados a la futura entrada de nuevos inversores y a la refinanciación de una deuda que actualmente alcanza los 80 millones, de los que 66 son a terceros. Sin embargo, Lapetra aseguró ayer que «no ha habido encima de la mesa propuestas firmes, interesantes y beneficiosas que permitan entrar un capital externo aunque se siguen buscando nuevas vías de ingresos».

Para Lapetra, el nuevo escenario «no supone un control absoluto o excesivo de una persona. A corto plazo no cambia nada, tampoco en la gestión deportiva, pero este movimiento beneficia al club», aseguró.