El Real Zaragoza quiso jugar esta noche ante el Sporting, así lo manifestó en su comunicado tras conocerse la suspensión por la gripe de una parte de la plantilla del conjunto asturiano y así lo dejó claro esta mañana Enrique Clemente como voz del vestuario. “Queríamos jugar, pero no ha podido ser, porque ya tienes a lo largo de la semana la dinámica de la preparación, la mentalidad y la concentración y todo esto te lo rompe”, aseguró el central zaragozano, que reconoció que tras lo sucedido ante el Fuenlabrada la segunda suspensión en una temporada de un encuentro por la enfermedad del varios jugadores del rival es algo muy atípico: “Que te pase una vez es curioso, pero dos ya… No me había pasado nunca y ya van dos veces este año, esperemos que sea la última”, añadió.

El otro aplazamiento coincidió con el comienzo de la caída del Zaragoza tras un gran inicio de curso, pero la historia no tiene por qué repetirse. “Tres puntos tampoco significan tanto y no nos van a alejar mucho de los de arriba. Además, la clasificación no hay que mirarla mucho, ni ahora ni en otros momentos. Es más lo que supone en la mentalidad de la preparación del encuentro y que se nos va a hacer un poco largo, porque no se sabe si lo jugaremos este partido dentro de unos días (así será tras la decisión de Competición de fijarlo para el martes), de un mes o de dos, que lo que tiene a efectos clasificatorios ahora mismo”, dijo Clemente, que como el resto de la plantilla quería dar este viernes una alegría a la afición tras la derrota ante el Huesca antes del parón de Navidad. “Nos apetecía jugar en casa tras esa derrota y el parón, devolverles a la afición ese favor de su apoyo con un triunfo”.

El club busca refuerzos en enero, pero también lo hacen otros equipos mucho más poderosos en lo económico, algo que no preocupa a Clemente. “Nos agarramos a que no somos uno de los equipos con mayor presupuesto salarial y estamos en la zona de arriba y haciendo las cosas bien. Por mucho que fichen los demás equipos somos un grupo fuerte”. En ese grupo no va a estar ya Pombo, canterano como Clemente y cedido al Cádiz hasta junio. “Es una pérdida importante en lo futbolístico y personalmente. Daba mucho al vestuario y se hacía notar. Hay que desearle toda la suerte del mundo y tiene las condiciones suficientes para triunfar en cualquier sitio”, añadió

Por último, el central, que acabó el 2019 como titular en el primer equipo después de empezarlo en medio de una recuperación de una grave lesión de rodilla sufrida con el filial, deseó que el 2020 “sea aún mucho mejor. El año pasado fue el negro y luego el blanco, por cómo empezó y cómo terminó para mí”.