Juan Ignacio Martínez fue breve y claro tras el partido en la Romareda. «El rival nos ha hecho una presión muy buena en todo momento, hay que felicitarles a pesar del accidente en el gol», aseguró. Un partido marcado por un error de Cristian que llegó cuando el equipo había visto una mejoría. Así lo apuntó el preparador, que apreció que «tras el descanso se modificaron detalles y se jugó mejor».

En la segunda parte, JIM movió el banquillo porque el rival les sometió, tal y como apuntó. «Francho y James hicieron un gran esfuerzo, he querido meter experiencia y el balón aéreo de Adrián», aclaró. Por otra parte, con Tejero y Vuckic buscaba «frescura en los centros». Pero nada mejoró, sin embargo, con los que entraron al campo.

Con la derrota, el Real Zaragoza vio ayer como el Alcorcón le rompió «la racha en La Romareda, ha sido una frenada en seco», confesó el técnico. Sin embargo, JIM no piensa en lo que pudo ser y no fue, en los puntos que podrían haber sumado en caso de ganar, porque eso hay que conseguirlo «en el terreno de juego», explicó.

Desde que él está al mando, el encuentro de ayer, para el míster, fue «el que menos peligro generamos». Además, también aseguró que el Zaragoza no supo cómo ganar esas segundas jugadas que se crearon. «Tenemos que poner todo en el terreno de juego», aseveró el alicantino y añadió que ahora mismo él está «ocupadísimo en sacar la situación y en que el equipo esté al máximo».

El capitán

Por su parte, Alberto Zarater, que salió al terreno de juego en la segunda mitad, aseguró que en la primera parte, que él vio desde el banquillo, al equipo le «costó mucho el sistema del Alcorcón y ellos estuvieron mejor». «Preveíamos que podían salir con cinco o tres atrás», aseguró dando a entender que no fue una sorpresa, pero tampoco fácil de adaptarse. «Ha sido un partido como todos estos que llevamos de finales, ganar era muy importante, era dar un pasito, pero hay que levantarse», concluyó el capitán del Real Zaragoza.