Avelino Chaves Couto falleció este domingo en Zaragoza a los 89 años. El gallego (nació el 2 de febrero de 1931 en la localidad orensana de Verín), está considerado como el mejor secretario técnico en la historia del Real Zaragoza o al menos el más influyente en un club en el que jugó 91 partidos entre Primera y Segunda División anotando un total de 52 goles.

Chaves, que llegó a convertirse en el futbolista más joven de la historia en ese momento en debutar en la Primera española, militó en las filas del Real Zaragoza desde la temporada 1952-53 hasta la 57-58. Casi siempre con el 7 a la espalda, era un delantero rápido y no excesivamente alto. Tras pasar por la Cultural Leonesa, Valladolid y Granada, llegó al Real Zaragoza, con el que fue el máximo goleador de Segunda en la 54-55, con 21 tantos. Su último partido fue en 1956 con apenas 27 años debido a una lesión de rodilla, pero dejando al Zaragoza en Primera.

Aunque la leyenda de Chaves adquirió una enorme relevancia merced a su labor al frente de la secretaría técnica hasta que se retiró en 1995. Estuvo 25 años como máximo responsable de la gestión deportiva del Real Zaragoza, además de otros seis colaborando, lo que eleva a más de tres décadas su periplo en la secretaría técnica de la entidad, aunque, en realidad, Chaves fue un adelantado a su tiempo ya que su labor fue la de un director deportivo, figura que nacería años después.

Avelino Chaves empezó su tarea como asesor técnico en la campaña 1963-64, con Waldo Marco en la presidencia de un Real Zaragoza inmerso en la época dorada de Los Magníficos, pero él sería el gran artífice de los posteriores fichajes de jugadores míticos como Nino Arrúa, una de las principales figuras de la historia del club y emblema de aquel Zaragoza de los Zaraguayos, o del también paraguayo Diarte, otra figura clave de aquel mítico equipo de los 70. Rubén Sosa o Barbas en los 80 también fueron fichajes suyos. Como Pichi Alonso o Jordao, entre muchos otros.

Incluso, su gran capacidad como ojeador y rastreador de jóvenes talentos le acercó a Maradona, por el que se interesó cuando el argentino todavía era una promesa emergente en su país. Su informe fue diáfano a la hora de recomendar una contratación que, finalmente, no fue posible.

Pero, más allá de su trascendental papel en la configuración de los Zaraguayos, Chaves también sería luego partícipe, asimismo, del equipo que logró la Copa del Rey ante el Barcelona con el inolvidable gol de Rubén Sosa en 1986, o el que conquistó la Recopa en 1995 de la mano de Víctor Fernández tras derrotar en la prórroga al Arsenal con aquel eterno tanto de Nayim.

Entonces, Chaves ejercía de delegado pero su labor era mucho más relevante ya que era la mano derecha y principal consejero del técnico más emblemático en la historia del club. El buen funcionamiento de ese dúo fue esencial para la consecución del título más importante en la historia del Real Zaragoza, así como de la Copa del Rey conseguida el año anterior tras derrotar al Celta en la tanda de penaltis de aquella final disputada en el estadio Vicente Calderón de Madrid. De este modo, con Chaves como miembro indispensable del cuerpo técnico zaragocista, el equipo aragonés conquistó la Recopa, cuatro Copas, una Copa de Ferias y un subcampeonato de Liga, el mejor puesto logrado en esta competición, logrado en la temporada 1974-75 con los Zaraguayos liderados por Arrúa.

Chaves, considerado por muchos como un sabio del fútbol, se va dejando a su Zaragoza en una situación muy distinta a la de 1996 después de haber pasado el testigo a Pedro Herrera al frente de la secretaría técnica. Desde entonces, ha permanecido siempre atento a las evoluciones del Real Zaragoza, su equipo de alma. Su fallecimiento fue acogido con profunda lástima por el zaragocismo y provocó numerosas reacciones de duelo del propio club, entrenadores, directivos y jugadores que coinciden en señalar a Chaves como una figura clave en la historia de la entidad y la consecución de los principales éxitos de un equipo que tuvo en él a un factor diferencial en el fútbol de entonces. Su legado perdurará para siempre.

El funeral, el martes

El cuerpo de Avelino Chaves permanecerá depositado en el velatorio número 5 del Tanatorio de Torrero, en la capital aragonesa, a partir de este lunes, 11 de enero, a las 11.00 de la mañana. El funeral por el eterno descanso de su alma se celebrará a las 13.00 horas del martes, en la capilla número 1 del mismo recinto, según publicó el Real Zaragoza, que mostró sus condolencias por el fallecimiento. Según la normativa, Aragón, al encontrarse en el nivel de alerta 3 con motivo de la pandemia, impone que el aforo máximo permitido en funerales y velatorios sea de 15 personas en espacios abiertos o de 10 en espacios cerrados. Asimismo, la comitiva no podrá superar las 15 personas y se respetará en todo caso la distancia de seguridad de 1,5 metros. El fallecimiento de Chaves se produce justo un mes después del de Manolo González, legendario jugador zaragocista desde 1966 a 1977 y el tercero que más veces vistió la camiseta blanquilla (382). Chaves lo fichó.