La salida del Real Zaragoza de un canterano en edad cadete o juvenil se ha convertido en algo casi habitual cada verano. En esta ocasión lo hará Mateo Mejía, que se convertirá en nuevo jugador del Manchester United. Lo hará, en principio, por una cantidad que oscilará entre los 130.000 y los 180.000 euros, en concepto de derechos de formación. Él será el último eslabón de una cadena que viene dejando dinero en las maltrechas arcas del club a costa de la fuga de talento criado y formado en la Ciudad Deportiva.

Desde el 2012, el Real Zaragoza ha ingresado alrededor de 1,3 millones de euros -incluyendo ya la cantidad que pagará el Manchester por Mejía- por la salida de jugadores cadetes o juveniles con rumbo a otros equipos tanto de España como del extranjero.

El primero en este periodo fue Héctor Otín, al que la Juventus adquirió por unos 450.000 euros correspondientes al canon FIFA, una especie de derechos de formación del entonces jugador juvenil. En la actualidad, Otín forma parte de la plantilla del Ejea en Segunda división B, por el que fichó el pasado verano.

En el 2013, el canterano que se fue por Paolo Fernandes, al que fichó el Manchester City con los 15 recién cumplidos, después de jugar solo una temporada en el Real Zaragoza. Le bastó un año en el cadete B de Ramón Lozano para llamar la atención de varios clubs europeos. La UEFA impuso un pago al Zaragoza de 180.000 euros por derechos de formación.

El siguiente fue Darío Ramos que, en el verano del 2015, se marchó al Real Madrid en la operación del fichaje de Jesús Vallejo. La incorporación al club blanco del portero del División de Honor cadete quedó establecida en 900.000 euros.

Al año siguiente, la operación fue doble. Manu Morlanes y Álex Millán dejaban alrededor de medio millón de euros en las arcas del club aragonés en una operación que incluyó la salida al Villarreal del delantero juvenil y la adquisición definitiva de todos los derechos sobre Morlanes, que se había marchado a la entidad castellonense en el 2012 y por quien el Zaragoza aún guardaba una opción de compra.

A todas estas marchas hay que sumar las de otros futbolistas que, sin embargo, no dejaron dinero en las arcas zaragocistas. Es el caso de Tresaco, que se marchó la pasada campaña al Racing tras no renovar con el Zaragoza. Asimismo, otros jugadores de categorías inferiores a cadetes también han venido saliendo en los últimos años. Iker Gil, Alastuey, Álvaro Sanz, Antonio Sola, Marc Cucalón están entre ellos.